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Jaguares.

 

"La Verdadera Fiera" en Guaraní, Rey de las selvas tropicales y subtropicales de América, es el mayor félido del continente y el tercero del mundo. Estupendo nadador, caminante incansable, es el predador mejor dotado de América.
Su capacidad de adaptación le permite vivir tanto en la selva mas espesa como en sabanas abiertas o zonas anegadas y hasta desérticas. Si bien prefiere las grandes presas como jóvenes tapires, corzuelas, pecaríes y pacas, también devora lagartos y serpientes, pequeños roedores y hasta aves menores, captura animales netamente arborícolas como los monos, pesca en ríos y arroyos y, en ocasiones, come algún fruto.
Frecuenta gran variedad de ambientes, bosques tupidos, tacuarales, picadas, caminos y, en especial, sitios cercanos al agua (costas fluviales, esteros, bañados, etc.).
El Yaguareté es un morador solitario. No existen datos suficientes que determinen el tamaño de su territorio ni cómo lo delimita, pero se estima que un macho adulto necesita aproximadamente 4.000 hectáreas para vivir. Vive solo, ya que los individuos de ambos sexos se juntan únicamente durante la época se celo. En algunos casos parece señalar su territorio mediante rugidos y también lo hace con excrementos o arañando los troncos de los árboles.
El tamaño de estos territorios es variable. Crespo, por ejemplo, calculó una densidad de un animal cada 55 Km. cuadrados en Iguazú (Misiones), con una población aproximada de entre 10 y 15 ejemplares. En el Mato Grosso brasileño, cerca de la frontera con Bolivia, Schaller colocó radiotransmisores a varios ejemplares y estimó que los territorios de las hembras tenían entre 25 y 38 kilómetros cuadrados y los de los machos más del doble.
Se observó que existía una superposición en los territorios de varias hembras, y que el de un macho podía incluir a los de varias hembras. Otros estudios efectuados en México señalan territorios de entre 2 y 5 kilómetros cuadrados, poniendo en evidencia las oscilaciones que se manifiestan en este aspecto según las variaciones en los distintos hábitats ocupados. Se han encontrado además animales viejos en lugares alejados de su área normal, y se supone que pueden haber sido desplazados por machos jóvenes.
El único competidor natural importante que tiene es el Puma, con quien comparte la mayoría de las zonas donde habita y persiguen a las mismas presas; sin embargo, se cree que reducen su competencia dividiéndose el hábitat. En algunas regiones el Yaguareté suele ocupar las zonas más húmedas y el Puma las más secas, además este último suele ser de hábitos casi exclusivamente nocturnos, mientras que el Yaguareté suele estar activo las dos terceras partes del día y tiene períodos de actividad y descanso bastante definidos, pero en zonas donde la amenaza humana es más intensa, la actividad nocturna tiende a incrementarse. Asimismo, los pumas suelen frecuentar los alrededores de asentamientos humanos, mientras que el Jaguar los evita.
Se ha escrito mucho sobre combates entre Yaguaretés y Osos hormigueros, y también suele decirse que el félido tiene que batirse en retirada ante la acometida de una manda de Chanchos de monte; pero probablemente estas historias se basan en hechos aislados, cuyo relato pasa, más o menos aumentado, de boca en boca y de libro en libro (Cabrera y Yepes, 1960). En Misiones, un relato menciona el hallazgo de un Yaguareté y un Oso Hormiguero encontrados muertos "abrazados", aparentemente después de haberse enfrentado.
Desde la media mañana al mediodía (9,30 a 12) y después de medianoche (0,30 a 3) se dedica generalmente a descansar. El crepúsculo y las primeras horas de la noche (18 a 21) y la madrugada (3,30 a 6) son sus horas de mayor actividad; alterna ambos estados con períodos de transición. Sin embargo, el horario de sus actividades puede variar según la época del año, la región y la temperatura y es posible encontrarlo activo en cualquier momento del día.

 

 

 

 

 

 

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